Publicidad

martes, 10 de septiembre de 2013

¿Qué debo hacer ahora gitana?

Cuando ya estaba tomando mi nave para otras tierras, cuando estaba escalando el abismo de tu silencio y despertar en un paraíso nuevo, te he vuelto a ver en el infinito ciberespacio, y unas frases haz colgado para mi. ¿Qué debo hacer ahora, gitana? ¿Perdonar el silencio, disculpar tu ausencia, exonerarte de tu mudez y volver a amarte con la fuerza con que te amé aquí en nuestra ciudad? ¿Y, cuando vuelvas a desaparecer, otra vez sufrir esto que fue un cadalso tortuoso para mi?
Gitana adorada, haz tomado mi alma y mi vida, haz dejado mi cuerpo envuelto en lágrimas secas como envoltorio de fantasmas. Tal vez, quiero pensar, que esa no ha sido tu intención. Quiero creer que me haz amado cada minuto de tu ausencia. Quiero pensar que me haz hablado miles de veces en tus madrugadas antes de caer rendida de sueño. Quiero pensar tantas cosas buenas, pero mi corazón ya no late como antes, como hace unas semanas. Hay, gitana, ausencias que matan.


Dicen que el amor se muere si no hay una palabra de ternura que la alimente, una caricia suave y tersa sobre la piel, un beso improvisado, una sonrisa. Una cena frugal, apenas un pan para los dos e irnos a dormir, mirándonos a los ojos, con hambre, pero con amor. Dicen que para amar hay que ser dos, no uno allá en el otro continente, y el otro aquí -en este lado del planeta-
Es verdad, gitana.
Y, entonces, ¿qué voy hacer contigo ahora?
Tendré cuidado, gitana. Te amaré de lejos, con miedo, con reservas. No te pediré nada, no te exigiré nada. Sólo quiero ver tu alma, gitana.
Sólo quiero ver la verdad.
Caminar por las calles de nuestra ciudad con la mirada serena, el espíritu en paz, el caminar altivo y lleno de vida. Quiero caminar sin la cabeza gacha, la mirada triste mientras la lluvia moja mis mejillas. Quiero estar bien, gitana. Quiero estar bien.
Dime, adios, ahora. O dime que me amas hasta morir. Dime que tú también sufres como sufro yo. Dímelo una y otra vez, hasta el día que deje de suspirar, hasta el día que mi último aliento se escape con un sonoro te amo, muy dentro de mi.
...porque más cerca de la muerte estoy yo que tú.
...porque mis días están contados.
...porque sé eso, y muchas cosas más..
...porque ya es hora de vivir feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.