Mi gitana se ha debilitado, sus ojos se llenan de lágrimas cuando está sola o cuando escucha la canción que le trae recuerdos. Mientras yo escribía lacerantes escarnios, ella me juraba su amor eterno en las páginas escondidas de un facebook atrofiado por la tecnología. Pero ella sabe que yo suelo caer en el abismo de la depresión y eso me hace escribir como un esquizofrénico. Esta noche, sin embargo, quiero rendir pleitesía a mi gitana, y darle el lugar que se merece en esta carta, al menos en esta, donde suelo escribir sandeces e infundios, diatribas y calumnias. Esta noche voy a hacer un alto en mi desvarío. Voy a honrar su amor, ternura y sentimiento con una oración al perdón.
...perdóname por ser un descreído de miércoles...
...perdóname si te lastimé con mis frases malolientes...
...perdóname por ser un escritor vuelapluma incendiario...
...perdóname si te hice llorar en vano....
...perdóname por amarte con el hígado...
...perdóname si mis celos incendian tu vida...
...perdóname si no he podido llegar a ti con el candor de un niño...
...perdóname por amarte como te amo...
...perdóname si puedes hacerlo...
Tú sabes, gitana mía, que aún cuando yo escriba cubierto de hiel,
mi AMOR es imperecedero, inacabable y todo tuyo...
Espero, gitana, perdones mis abruptos... si mañana, otra vez, vuelva
a escribir de la distancia, el alejamiento y el adios...
(...júrame que no creerás ninguna de mis palabras...
porque, tarde o temprano, yo volveré a ti, como siempre.
Para amarte, for ever.
Hasta mañana, amor mío.
Hasta pronto, gitana mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.